domingo, 1 de enero de 2012

decimoprimer derribo



que podamos salir
de las trincheras
desarmados
pero no cautivos
nunca temerosos
a pecho descubierto
a recoger las flores
de un año sin dolor
sin enemigos
ni sangre
ni traiciones
que todo se resuelva
con palabras
deletreando con sinceridad
que no tengamos nada
                                       que esconder
que se acabe
por fin el desconcierto
que llueva agua de lluvia
para todos
(incluso para ellos)